Jesús y la Salvación, el Poder de la Gracia
Jesús y la salvación son dos temas que van de la mano, ya que muchas personas creen que pueden salvarse solo por sus creencias. ¿Lo has sentido alguna vez? ¿Esa persistente sensación de que algo anda mal en el mundo, o incluso dentro de ti? Quizás sea un vacío que ningún éxito, dinero o relaciones puede llenar. Quizás sea un profundo sentimiento de culpa por lo que hemos hecho, o un miedo oculto a lo que viene después de esta vida.
La Biblia le da nombre a esta condición humana universal: el pecado. Pero no pienses en el pecado como una simple lista de cosas malas. Considéralo más como una separación: una relación rota con Dios, nuestro Creador, quien nos ama más de lo que podemos imaginar. Como está escrito en Romanos 3:23 : « Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios ».
Desde el principio, la humanidad eligió seguir su propio camino en lugar de caminar con Dios. Y esa decisión se ha repetido a lo largo de cada generación, dejando un vacío en nuestros corazones y una mancha en nuestras almas. Intentamos llenarlo con todo tipo de cosas, pero nada funciona realmente. Por eso necesitamos la salvación, y por eso Jesús es el único que puede dárnosla.

Jesús no es solo una figura histórica, un maestro sabio ni un símbolo religioso. Él es Dios mismo, quien descendió del cielo y vino a nuestro mundo destrozado. Vino a hacer lo que nosotros jamás podríamos hacer por nosotros mismos.
Imagina que estás al otro lado de un cañón profundo y oscuro, y al otro lado está Dios, y una vida de paz y alegría perfectas. Lo has intentado todo para cruzar. Has construido pequeños puentes con buenas acciones, pero siempre se quedan cortos. Has intentado bajar y volver a subir, pero el abismo es demasiado profundo. Esta es nuestra condición humana.
Jesús es el puente.
Vivió una vida perfecta, la vida que nosotros jamás podríamos vivir. Luego, en el acto supremo de amor, voluntariamente fue a la cruz. No solo murió por la humanidad; murió por ti . Tomó todo el pecado, toda la culpa, toda la vergüenza del mundo entero —y cada uno de tus errores personales— y cargó con el castigo por ellos. Su muerte en la cruz fue el pago que saldó nuestra deuda.
Pero la historia no termina ahí. Tres días después, resucitó. Esa tumba vacía es la mayor señal de esperanza del universo. Demuestra que el pago de Jesús fue aceptado por Dios y que él venció el pecado y la muerte para siempre. Jesús y la salvación van de la mano para todos aquellos que verdaderamente desean alcanzar al santo Padre y la vida eterna.
¿Y qué significa esto para usted?

El papel de la gracia
La salvación no se trata de ganarse la entrada al cielo. No puedes ser “suficientemente bueno” por tus propios esfuerzos. La Biblia enseña que la salvación es un regalo de Dios, que nos es dado no por nuestras acciones, sino por su bondad inmerecida. A esto le llamamos gracia .
Como dice la Biblia en Efesios 2:8-9 : “ Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe ”.
La gracia es el amor activo de Dios hacia quienes no la merecen. Es el favor gratuito e inmerecido de Dios que hace posible la salvación. Es su mano extendida hacia nosotros, mientras aún estamos separados de Él por nuestro pecado. Solo tenemos que extender la mano y recibirla.
Esto es lo que significa ser salvo:
Perdón: Tu pasado se borra. La culpa y la vergüenza que cargas se han ido.
Un nuevo comienzo: Recibes un nuevo corazón y un nuevo propósito. El vacío se llena con una relación personal con Dios.
Esperanza de eternidad: Ya no tienes que temer a la muerte. Tu futuro eterno está asegurado y tienes la promesa de vivir para siempre con Jesús.
Jesús no es solo un camino; Él es el camino. Él es el puente que cruza el abismo. Cuando pones tu confianza en Él, le estás diciendo: «No puedo solo. Necesito que me salves». Y Él lo hará. Él está esperando llenar ese vacío en tu corazón con su amor perfecto e incondicional. Él es la respuesta a los anhelos más profundos del alma humana, y por eso todos lo necesitamos.